CONJUNTIVITIS

La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva generalmente causada por un virus, una bacteria o una alergia. La conjuntiva es una membrana mucosa y transparente que cubre la cara posterior de los párpados y la parte anterior del globo del ojo.

En el caso de conjuntivitis bacterianas o víricas es muy importante extremar las medidas de higiene (no compartir toallas), evitar tocar el ojo no afectado, ya que estaríamos propagando la infección y lavarnos la manos frecuentemente para evitar el contagio.

Los síntomas más característicos de las conjuntivitis bacterianas son una secreción purulenta o mucopurulenta, sensación de ojos pegajosos y presencia de papilas pequeñas. Es importante lavar bien los ojos, además de realizar un tratamiento con antibióticos según le prescriba su oftalmólogo.

Las conjuntivitis víricas suelen presentar folículos y su duración es de aproximadamente tres o cuatro semanas. Su secreción es mucosa y puede ir acompañada de otros síntomas como fiebre. En las conjuntivitis víricas es importante no tapar los ojos, además se debe lavar con suero fisiológico cada 12 horas. La administración de lágrimas artificiales puede mejorar también los síntomas.

Los síntomas a nivel ocular más característicos de las conjuntivitis alérgicas son picor leve, lagrimeo, secreción acuosa, enrojecimiento de las conjuntivas e inflamación de párpados y papilas. Esto viene acompañado de síntomas más generales como estornudos, abundante secreción nasal y otros como consecuencia de estos. Según los casos el tratamiento serán antihistamínicos y antiinflamatorios. Recomendándose evitar la exposición a los posibles alérgenos que desencadenan la alergia.