RETINOPATÍA DIABÉTICA

La retinopatía diabética es una complicación de la diabetes y es una de las principales causas de ceguera en España. Se produce debido a la alteración metabólica de la diabetes, que causa daños de los pequeños vasos sanguíneos de la retina.

Todos los pacientes diabéticos, ya sean diabéticos tipo 1 o tipo 2, corren el riesgo de desarrollar retinopatía diabética. La frecuencia de aparición de la retinopatía diabética aumenta conforme aumenta la cantidad de años con diabetes y con la edad del paciente. Por esto todas las personas con diabetes deben hacerse un examen de fondo de ojo una vez al año. Deben tener especial cuidado y hacerse las revisiones adecuadas las mujeres embarazadas. Igualmente, la hipertensión arterial, así como la enfermedad renal empeoran también la retinopatía diabética.

La retinopatía diabética suele ser asintomática en las fases iniciales y es solo detectada por el estudio de fondo de ojo, por los que los exámenes periódicos son primordiales, antes de la aparición de síntomas. Una vez progresa la enfermedad las principales alteraciones de la visión es ver las imágenes desenfocadas, deformadas o con puntos negros.

Para prevenir la retinopatía diabética es fundamental que mantenga los niveles de azúcar en sangre dentro de lo normal. Las personas diabéticas deben llevar un control exhaustivo por parte de su endocrino. Otras recomendaciones son: mantener la tensión arterial dentro de lo normal, las cifras de colesterol y triglicéridos bajas, no fumar, no beber alcohol, no consumir tóxicos, evitar el sobrepeso y el sedentarismo.

La retinopatía diabética se puede clasificar en varios tipos:

  • Retinopatía diabética de base o de fondo: la enfermedad se limita a la retina.
  • Retinopatía diabética preproliferativa.
  • Retinopatía diabética proliferativa. La enfermedad se extiende más allá de la retina con crecimiento de neovasos (nuevos vasos anómalos).

Según su evolución la retinopatía diabética se puede clasificar en:

  • No proliferativa leve: etapa inicial, aparecen dilataciones de los vasos sanguíneos de la retina llamados microaneurismas.
  • No proliferativa moderada: a medida que la enfermedad avanza, se altera la permeabilidad de los vasos sanguíneos apareciendo exudados duros (grasa) y hemorragias (sangre). Además se obstruyen los vasos sanguíneos, apareciendo exudados algodonosos.
  • No proliferativa severa: las lesiones descritas en las etapas anteriores aparecen de forma más pronunciada. Durante esta etapa se producen mayor cantidad de obstrucciones vasculares, existiendo zonas de la retina que dejan de recibir sangre. Estas áreas de la retina envían señales al cuerpo para que haga crecer nuevos vasos sanguíneos.
  • Proliferativa: durante esta etapa crecerán los nuevos vasos sanguíneos a lo largo de la retina y en la superficie del vítreo y se romperán con facilidad. Es la responsable de los déficit visuales más severos, ya que sin tratamiento puede conducir a hemorragias vítreas, desprendimiento de retina o glaucoma neovascular.

Si ya existe retinopatía diabética, su oftalmólogo le indicará la necesidad de iniciar un tratamiento para prevenir la progresión de la enfermedad.